JellyPages.com

21.5.14

Crónica de una adultez fallida

Esta crónica probablemente sea un gran #ANadieLeImporta para muchos, pero es uno de los más sinceros desahogos que he tenido que hacer. Es muy probable que muchos recién graduados se sientan identificados y otros piensen que soy una exagerada histérica, pero esta es mi historia. Soy una Magna Cum Laude a la que esa medalla no le está sirviendo pa un carajo, como le ha pasado a muchos.

Esto debe haber comenzado desde hace unos 8 años cuando aún estaba en escuela superior. Fui la estudiante de honor que a la hora de graduarse no sabía lo que quería. Estuve toda mi escuela superior y parte de la elemental e intermedia diciendo que iría a estudiar Periodismo una vez me graduara. Por influencia de cierto ex novio —el cual no me interesa ya mencionar— comencé a dudar de mis planes. Él me dijo que nunca iba a llegar a ser la periodista que quería ser porque era un mercado saturado y comencé a replantearlo todo. Que pendeja fui. A veces me pregunto que sería de mi vida hoy si hubiese estudiado Periodismo, pero ya eso no cuenta, pasó demasiado tiempo. 

Ahí surgieron muchas interrogantes y posibilidades como estudiar Lenguas, Historia, Relaciones Internacionales, Estudios Hispánicos, Política, en fin, fui a la universidad ni siquiera sabiendo que era lo que quería ser. Así pasé dos años estudiando política e historia para darme cuenta que me había equivocado, que yo no quería eso. 

Al año siguiente me fui a la UPR Rio Piedras, aún sin realmente quererlo, a estudiar Lenguas Modernas porque siempre había sido una de las opciones. Al año de empezar ese programa, me fui de intercambio a FIU porque había sido la universidad a la que realmente quería hacer mi bachillerato, en relaciones internacionales. Haberme ido siendo una estudiante de lenguas, no puedo decir que fue un error porque no lo fue, pero si fue la muestra de que fue muy bueno no haber hecho un bachillerato en una ciudad que me deprimía. A pesar de que a nivel académico y en muchas otras cosas era buena, no era para mí. Así regresé a la iupi decidida. Ya sabía que no me convendría seguir en Miami (porque me planteé la posibilidad de transferirme) y que regresaría a la iupi a terminar ese bachillerato y a hacer una segunda concentración en Estudios Hispánicos. Pasé los últimos semestres de mi bachillerato (exceptuando el último) haciendo 18 créditos con el fin de no seguir siendo esa perdedora que estaba atrasada y poder terminar justo cuando lo hice, en diciembre 2013.

Lo otro en lo que pensaba era en mi maestría. Durante todo mi bachillerato viví obsesionada con la ilusión de hacer mi maestría en la Universidade de São Paulo, todo lo que hacía era aguardando ese momento, como tomar el CELPE BRAS (examen para medir capacidades en la lengua portuguesa). Durante el bachillerato surgieron otras opciones como la Universidad de Buenos Aires, pero la burocracia siempre pone estos sueños más difíciles de la cuenta. Cuando piensas en la posibilidad de conseguir una beca para ir a Latinoamérica resulta que no se es elegible porque Puerto Rico es Estados Unidos.

También consideré algunas universidades en Estados Unidos como NYU y otra universidad en Seattle, Washington. La realidad es que, por más que lo intente nunca he conseguido verme ahí.

En mi búsqueda de oportunidades para luego de graduarme, porque para colmo, me iba a graduar con una deuda más grande que mis 5', estando en Noruega el verano pasado conocí a una chica que me habló de su experiencia en Corea del Sur y del dinero que había hecho como maestra de inglés y me animó. Así que desde agosto del año pasado comencé a buscar información y hacer todo lo que tenía que hacer para poder conseguir irme a Corea.

Exactamente hoy, dos de mis solicitudes para estudiar en Corea han sido denegadas por no ser lo suficientemente gringa y porque "my education was not in English". Sabrán la terrible frustración en la que me encuentro.

No puedo solicitar una beca para ir a alguna de las universidades de mis sueños porque "no soy lo suficientemente latina" pero tampoco puedo utilizar mi condición de ciudadana de los EEUU porque "my education was not in English". Perdonen mi francés pero, ¿Qué coños es lo que se supone que haga? ¿Que me conforme con las migajas que aparezcan? ¿Que renuncie a mis sueños porque parecen no ser alcanzables como dirían algunos familiares y amigos escépticos? Pues me rehuso a abandonarlos, mucho más cuando uno conoce estudiantes y profesores cuyas historias de vida incluyen cosas bastante parecidas a las que anhelo. ¿Por no tener ni un peso en el bolsillo hoy tengo que renunciar a querer ser una catedrática y diseñar currículos de literatura alguna vez en mi vida? Pues tampoco me parece. 

No he pasado 7 años de mi vida en la universidad para ser la perdedora que, de repente, todos hubiesen deseado calladamente que fuera con sus constantes "te lo dije". A la burocracia, a mi identidad, y a toda esa mierda les voy a ganar, aunque pasado mañana esté mucho más endeudada que hoy. Las únicas dos cosas que representan una prioridad en mi vida son mi educación y viajar porque son partes esenciales de quien soy. Finalmente, este es mi consejo a todos aquellos recién graduados que se sienten entre la espada y la pared como yo: por más obstáculos que les pongan, tengan como prioridades sus metas. Que nadie y ninguna circunstancias los obligue a rendirse de lo que quieren llegar a hacer. Eso es lo que hoy estoy aplicando, a pesar de que he recibido como 6 NO en menos de 3 días.

12.4.14

10 años de aquel 13 de abril...

Todos los años, al llegar esta fecha revivo este note en mi Facebook porque me parece justo y necesario. Este año corresponde hacer algo distinto, porque ya son 10 años de uno de los eventos más trágicos en mi vida y porque, naturalmente, la Brenda que escribió eso hace 9 años ha evolucionado, y quizás vea la vida y esa misma tragedia desde otro crisol. Aún así, como ya dije, el tiempo no ha hecho que ese evento deje de ser menos trágico en mi vida.

Resulta bastante fuerte que a tus 14 años pases todo un día escuchando sobre un fulano que murió atropellado en la Iturregui, y que todo el mundo tuviera algo que ver con el asunto y que justo cuando sales de la escuela, te enteres que ese fulano era tu mejor amigo en ese momento. Aquel al que no le respondiste la llamada hace 2 días porque estabas "demasiado ocupada estudiando". A los 14 años aprendí que ninguna llamada se pichea, por más ocupado que puedas estar. Mejor contesta y explícale a la persona, te sentirás mucho más confortado luego de escuchar su voz. Una de las cosas que me hacen llorar cuando recuerdo a Miguel Angel o cuando sueño con él, porque a pesar del tiempo aún se aparece en mis noches es la culpa. La culpa de no saber para qué me llamó y de nunca haberle devuelto esa llamada.

Durante estos 10 años, a pesar de que he conocido grandes amigos, siempre me ha quedado la duda en muchos momentos de mi vida: ¿Qué pensará Miguel Angel sobre este jevo? ¿Qué me dirá sobre que conseguí este trabajo? ¿Y si le digo que estoy haciendo esto? Lo curioso es que cuando me hago esas preguntas tiendo a verlo en mis sueños. Nunca me habla, solo me sonrie. Yo agradezco que no esté con ese duraq que lo hacía lucir como un caco indeseable (así mismo lo decía, desde hace 10 años ya me sacaban por el techo los cacos) y que esté presente, aunque sea espiritualmente en mi vida. No dejo de preguntarme como hubiera sido el inicio de mi adultez si el aún estuviera entre nosotros. Sé que me hubiera pasado lo mismo que con mucha gente: que por más lost in translation en nuestros asuntos que podamos estar (que hace 10 años ya lo estábamos) siempre íbamos a estar unidos aunque fuera en una llamada, que yo no hubiese hesitado (si, acabo de darme cuenta que en español puedo decir eso) en responder.

Quizás alguna gente piense que este es mi momento de "show off my feelings" y probablemente tienen razón. A través de estos 10 años, cuando no he podido llegar al cementerio siempre ha estado en mi pensamiento. A lo mejor mañana cuando llegue me pase lo mismo de todos los años, que se me pierde la tumba pero siempre encuentro mi camino y encuentro paz cuando llego allí. Todas esas preguntas que me hago empiezan a recibir respuestas, a pesar de que él esté más lejos de lo que está mi novio en este momento (ahí hay otra pregunta que le haría y otro asunto del cual sé que Miguel Angel moriría de la risa.) Miguel Angel en realidad no está tan lejos, siempre está cerca de toda aquella gente que lo quiso en vida. Yo lo quise muchísimo y lo sigo queriendo pero hay algo de lo que estoy totalmente segura: Si la vida me lo hubiera permitido, lo querría de una manera infinitamente más grande de lo que fue.

27.1.14

"Enamórate de..." De mí para mí.

Hay un dicho que dice que si no puedes con el enemigo, que te le unas. Ya que nadie me ha hecho caso cuando les digo "enamórense de la mujer que les dé la gana" y prefieren esteriotiparse, pues llegó mi hora de esteriotipar. Hoy le voy a hablar a mi persona sobre la persona de la cual se debe enamorar.

Querida Brenda(yo):

Sé que cuando leas esto en un futuro morirás de la risa y pensarás que eres toda una pendeja, pero al mismo tiempo sabrás que esto fue justo y necesario. Tus experiencias particulares de vida y tu propia personalidad te han llevado a pensar que el amor es una mierda, y es muy probable que en el futuro sigas pensando de esa manera. Si en algún futuro dejas de pensar que las cursilerías y el romanticismo son la mierda que no flushearon en el toilet, te daré aquí algunos consejos de los hombres de los que te debes enamorar y de los que no.
Evita enamorarte de hombres con complicaciones sentimentales previas. Todas las veces que has apostado a darle una oportunidad a estos ha sido como tirarte de un 9no piso, tal y como lo hiciera Charly García, pero sin encontrarse una piscina abajo. Cuando aparezca uno de estos o de los que tienen "novias fantasmas", dales derecha.
No te enamores de un hombre que políticamente sea muy cerrado. Increíblemente, en este momento no te diré que no te enamores de un PNP, sino que si te enamoras de él te asegures que sea alguien que sepa porque lo es. Tú cada día entiendes más porqué tus ideas políticas son de una determinada manera. Asegúrate que el hombre del que te enamores también lo entienda sobre las suyas.
Sabes perfectamente que nunca en la vida dejarás de viajar. No te enamores de un hombre que no entienda lo que eso representa. Enamórate de uno que cuando le digas "Quiero ir a Nueva Delhi" te diga "dime cuando pa hacer la maleta la noche antes".
No te enamores de un hombre machista ni que use epítetos homofóbicos para referirse a otros. Tú sabes más que eso y te derriten los sensibles. Esos que se joden con Sabina y Silvio.
Finalmente, obvia a los fanáticos religiosos. Esto puede ser una generalización, pero nunca pueden tener una conversación literaria/filosófica sin citar la biblia. Como si fuera el único texto en la tierra.

Ahora te digo mi querida Brenda Gisselle, deja de fijarte en los físicos. Has aprendido mejor que nadie que la capota no dice nada. Enamórate de uno con quien puedas hablar de todo. Libros, teatro, deportes, viajes. Enamórate de uno que quiera hacer todo eso contigo. Enamórate del que cante contigo el estribillo de "dormir contigo es estar solo dos veces, es la soledad al cuadrado" esgalillau en un tapón. Enamórate de un tipo del que le hables del tema de tu tesis y no se quede clueless. Y sobre todo Brenda, te digo, enamórate de un tipo que esté en tu misma página, en tu mismo viaje. No quieras seguir jugando a forzar situaciones. Cada vez que haces el esfuerzo de salir de tu zona cómoda todo se complica. Enamórate del chico cuya zona cómoda sea la misma que la tuya.

Espero que esto te haya servido de algo,
Te quiero con ovarios, cabrona!

20.1.14

Basta de imperativos: Enamórate de la mujer que te dé la gana

En los últimos días he leído una hemorragia de artículos ensayísticos diciéndole a los hombres que se deben o no se deben enamorar de las mujeres que leen, o de las mujeres que escriben, o de las que se hacen las difíciles. Probablemente también leí que deben enamorarse de las sumisas o de las que van a la iglesia los domingos. Yo no soy la mejor persona para dar consejos amorosos pero hombres, préstenme atención en esta: Todos esos artículos los engañan. Aún cuando soy una mujer que puedo decir que me identifico con el artículo de las mujeres que escriben y el de las que leen, ¿quien soy yo para decirles que se tienen que enamorar de un cierto tipo de mujer?

Debemos empezar por un dato sumamente básico: Es imposible agrupar a las mujeres en un solo grupo. Ni todas las mujeres que leen son iguales, mucho menos las que escriben, y “las que se hacen las difíciles” es de lo más risible. Todas estamos llenas de virtudes y defectos bastante particulares, que es muy probable que una sola etiqueta no logre cubrirlas todas. Segundo: En lo particular, me molesta el carácter imperativo con el que están escritos TODOS estos artículos. Ellos quieren hacerse los muy subjuntivos y que solo te están proporcionando ideas, pero implícitamente, te están ordenando a que hagas eso. En cuestiones del corazón, quien único debería ser imperativo eres tú (bueno, al menos eso siempre he creído.) ¿Por qué vas a hacerle caso a alguien que te dice “enamórate, escúchala, cómprale flores” cuando esas cosas que deben salir de ti mismo?

Volviendo al tema de las etiquetas, yo en este instante podría usar este espacio (como jamona irremediable) para decirle a los hombres de que se enamoren de “mujeres que les guste viajar, que hablen tres idiomas o más, que lean, que cocinen” y todas las características que me describirían. A mí no me da la gana de decirles eso. Probablemente a ti no te llene una chica que te puede decir cosas frescas en cinco idiomas distintos, pero si te llena una chica que muera por llenar su Pandora de charms. ¿Puedo decir yo que eso está mal? No. Somos entes distintos y probablemente esa chica del Pandora lleno tiene las cualidades dignas de llenar tu corazón mucho más que mis cinco idiomas y mis charlas de trova. ¿Ella es superior o inferior a mí? No, nuevamente, ni es “enamórate de la del Pandora” ni “enamórate de la que no cambia Radio Universidad”, esto se trata de enamorarte de la que tu corazón te dicte.

Hace unos días, en esta hemorragia de artículos me encontré con uno que hablaba de que a las mujeres nos gustan los hombres que se vistan bien, que mantengan su cuarto limpio, que sean detallistas y yo por ninguna parte me encontraba en lo absoluto identificada con ese artículo. Lo menos que busco en un hombre son esos detalles banales, pero es muy probable que otras mujeres si le interesen. Honestamente, me molestó bastante ese articulito. ¿Por qué me debería importar si un hombre se viste a la moda? A fin de cuentas, yo lo quiero desnudo. Lo que realmente me importa es su seguridad y su capacidad de conversar. Eso es lo que a mí realmente me llena y no creo bien que venga alguien a decirme que tipo de hombre me debe gustar. Tampoco creo que exclusivamente me gusten los “hombres que leen” o “los que se hacen los difíciles” o ninguna de esas etiquetas. Me gustan los individuos únicos con los que creo un grado de química muy saludable sin ninguna etiqueta. Asumo que la mayoría de los hombres opinan igual de las mujeres.

Es por esto que hoy les digo: Enamórense de quien les de la gana. Para el amor no hay edad, no hay gustos, no hay reglas ni mucho menos etiquetas. Enamórense de la persona que ustedes sientan que puedan crear un nexo bonito a la hora de estar juntos. De esa persona que, independientemente si lee, si hace drama, si es una amargada les saca una sonrisa siempre que están con ella. Enamórense de quien les dicta su corazón, no de quien les dicen los artículitos que leen en los blogs. De hecho, si creen que estoy siendo sumamente imperativa, tampoco me hagan caso a mí.

13.1.14

El inicio de "La transformación del mofongo"

Si leíste mi pasado post probablemente sepas que estoy en una fase de la vida en la que estoy intentando transformar el mofongo. En esos conteos que siempre hay que hacer entre reducir cantidades de relleno y contar cantidades de nutrientes finalmente, creo que me hallé. La manera en la cual el mofono se debe despejar de casi todo su relleno no es tan sacrificada. Parece hasta divertida. Después de estar dos días comiendo carne, huevo y queso me di cuenta de que esa era la base de mi nueva realidad. Al principio resultó deprimente pensando que era una miseria, después entendí algo: son precisamente los mismos alimentos que no se podían ingerir en el período de ayuno ortodoxo. Estaba haciendo un ayuno ortodoxo a la inversa.

Después de hacer eso, entendí algo que aún me dolió más. El alcohol tenía que estar por algún tiempo fuera de mi vida, mi adorado mantecado necesitaba controlarlo por completo. No debo pedir más pizza por un muy buen tiempo, en lo que logramos que este relleno llegue a un buen lugar. De momento, comienzo a animarme a cocinar cosas distintas a las que siempre he comido y me doy cuenta que no son tan malas na. Hora de hacer sacrificios, que no son tan sacrificados na (valga la redundancia). Dentro de algunos días, sé que les contaré como el mofongo se ha ido reduciendo.

1.1.14

Que no se pierda la bonita costumbre.../195

Que no se pierda la bonita costumbre de escribir y leer en el 2014...

Aunque tuve que descansar después de algunos días intensos en los que estuve terminando la antología, ya me hacía mucha falta el placer de dedicarle algún tiempo a las letras. Empezó el 2014 y yo apenas lo sentí. Sigo teniendo las mismas deudas que en el 2013. Continúo escondiéndome de los bancos hasta el día que finalmente consiga un trabajo con el que pueda responderles. La única diferencia es que en este año, bajar de peso no es una resolución, sino un proyecto tal y como lo fue el terminar la antología. Como ya les había mencionado antes, no voy a hacer dieta, voy a metaforizar mi alimentación. Suena chistoso al pensar en "esta leche de soya sabe tan rica como la nutella de hace dos semanas" pero definitivamente, será algo así. Ya mencioné las razones por las cuales tengo que perder peso, y tiene que ser un hecho que de aquí a 4 meses tengo que lucir mejor, por mi salud y por mi bien en general.

195...

Un número grande cuando se divide entre 5. Esos 5 son los pies que mido. Quiere decir que si se hace un ejercicio matemático soy un ser 39. Los expertos de esta materia dirían "tu Body Mass Index es de una mujer obesa" y yo no soy quien para objetárselo. Sin embargo, creo que durante toda mi vida he tomado demasiado en serio mi propia descripción de mofongo y crepa y me he rellenado con todo lo que encuentro. Poco me ha importado lo que me cubre, pero el problema es que mientras más grande el mofongo, más grande su cubierta. En la mesa todo el mundo adora un mofongo bien relleno. Fuera de esta, ver un mofongo bien relleno lo que produce es rechazo. Yo estoy algo cansada de ser un mofongo sobrerelleno y ser rechazada por ello. Es por esta razón que llegó el momento de cambiar la manera en que el mofongo/crepa se rellena. Procuro que la cubierta sea menor de lo que es, pues un mofongo o crepa pequeña puede ser cubierta mucho más facilmente.

Por todas estas razones es que debo procurar que ese 39 sea un 29. Los expertos en la materia dicen que ese es un número más cercano a lo que debe ser saludable. Ha llegado el momento de modificar el relleno del mofongo a uno menos grasoso, quizás menos sabroso. Hoy es oto día en el que cambio un plato de arroz por verduras. Aún al relleno le queda un largo camino por andar y algunos números por restarle a ese 195 y al 39. Ojalá pudiera añardirle algo a ese 5 de estatura.

18.12.13

La hipocresía del concepto del regalo

Llegaron las navidades y la gente en lo único que piensa es en lo que van a regalar y lo que recibirán como regalo. Anoche escuché a una persona en la tv decir "asumo que usted no querrá que le regalen una tarjeta prepagada" y pensé "¿qué tienen de malo las tarjetas prepagadas?" Y ahí comenzó esta larga reflexión sobre el concepto de regalo. Desde que llegué a mi adultez (si es que llegué) en lo menos que he conseguido pensar es en los regalos que haré o me harán. Normalmente, no espero ningún regalo, y yo cuando los doy es porque los siento. No dejo que el calendario rija el momento en el que voy a darle algo a alguien porque lo siento de corazón.

Incluso, llevo años que a mi familia no le hago regalos en fechas específicas. Si voy a algún templo del consumerismo (de esos a los que le he tomado odio) y veo algo que sé que apreciarán, valorarán y les resulta necesario, no pienso dos veces en hacer la inversión. Naturalmente, llevo todos estos días escuchando gente decir "no sé que voy a regalar" y yo nunca consigo entender porqué se presionan tanto. Esto no tan solo sucede en las navidades, sucede también durante todo el año. Leo tantos status y tuits que hablan sobre "si me hacen ese regalo, es porque no sirven" "deberían esforzarse por hacer un mejor regalo" y eso me lleva a preguntarme: ¿por qué tanta exigencia por un regalo? 

A fin de cuentas, un regalo es eso, no es una exigencia. La persona regala porque lo siente de corazón, y a fin de cuentas, ¿nadie se pone a pensar en los sacrificios que tiene que hacer esa persona por un regalo que "no sirve"? A lo mejor esa persona tuvo que dejar de pagar algo para poder conseguir pagar por un detalle. Esa persona tomó de su tiempo para pensar en ti y darte un detalle especial, que con tus exigencias, probablemente estás dejando saber que no mereces.

En mi caso, yo estas navidades como en mi cumpleaños y cualquier otra fecha importante, no espero nada. Si alguien me hiciera un regalo, estaré sumamente agradecida de que esa persona haya pensado en mí, sea cual sea el regalo (la única excepción sería un disco de Arjona o de Marc Anthony.) No pensaré en el valor monetario de ese regalo, sino en lo bien que me sienta a través de ese presente, ya sea una experiencia o un objeto. Yo, por mi situación económica, no puedo regalar otra cosa que letras y coquito. Probablemente, para alguien que espera un Pandora o una comida en un restaurante lujoso, eso no sirva para nada. Sin embargo, todo regalo que yo hago lo hago con todo mi corazón y ya les dije, no acostumbro en regalar en fechas. Si tomé el tiempo y el esfuerzo de hacerte un regalo, significa que eres un ser que estás en mi pensamiento y eres una persona que valoro. Probablemente, lo mismo suceda con tu familiar, amigo, pareja que optó por regalarte un día entre las montañas o esa "tarjeta prepagada" que te parece tan tediosa en vez de aquella prenda que morías por tener o un electrónico.